“Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”
Mateo 5, 8 “La lámpara del cuerpo es el ojo. Si pues tu ojo estuviera bueno, todo tu cuerpo estará iluminado; mas si tu ojo estuviera malo, tu cuerpo estará entenebrecido. Si pues la luz que hay en ti es oscuridad, ¿la oscuridad cuánta será?
Mateo 6, 22-23