03/21/2009

Los amigos son!!!


LOS AMIGOS SON COMO LOS LIBROS ..
QUE NO ES NECESARIO TENER MUCHO

SI NO LOS MEJORES...

Empatia



Empatia


Capacidad para comprender los sentimientos,razonamientos y motivaciones de los demás Facultad de entendimiento, comprensión ocomunión afectiva con las personas.Habilidad para comprender que los demáspueden tener o tienen puntos de vistadiferentes a los nuestros.Capacidad para "leer" emocionalmentea los otros, entenderlos, comprenderlos...."Porque en la amistad,
todos los deseos, ideas, esperanzas,
nacen y son compartidas sin palabras,
en una alegría silenciosa.
Cuando os separéis de vuestro amigo,
no os aflijáis.
Pues lo que amáis en él
puede tornarse más claro en su ausencia,
como para el alpinista
aparece la montaña más clara,
vista desde la planicie..."."No es nunca largo el camino
que te lleva a la casa de un amigo"...Mi casa es un archipiélago..."La realidad de la otra persona
no esta en lo que te revela,
sino en lo que no puede revelarte.
Por eso, si quieres entenderlo,
no escuches lo que dice,
sino, lo que no te dice".

CAMINA, PEREGRINO


CAMINA, PEREGRINO


¡Peregrino solitario y enfermo! No te entretengas ni te lamentes porque no ves el sol del verano, que quizás tampoco veas la luna alumbrar ni las estrellas perdidas del firmamento brillar.
Olvídate de ti mismo y olvida tu miseria.
No te quedes ahí parado, caminante solitario, y sal al encuentro de tu Padre, que ahí viene en la noche.
Mira que te está llamando todo el día, y ya su voz enronquecida está. Respóndele y escucha siempre sus palabras, quizás así puedas caminar cantando y alivie El tus penas. Háblale, que te está escuchando.
Háblale, sí, pues te ama.
Pues te escucha y te ama, ábrete a El, amigo mío,
¡peregrino solitario y enfermo!
Peregrino solitario, caminante que buscas y no encuentras y te pasas las noches llorando porque el sol no baña tu rostro, acércate a El, a sus eternas moradas, pues es tu Padre, y lávate en su Casa; mira que ya tiene preparada el agua y una toalla. Pero, caminante, no insistas lavándote tú, que la tristeza cubrirá tus ojos, y con tus lágrimas no verás el rostro dulce de tu Padre. Déjale a El lavarte y curar tus llagas del camino; tal vez, cuando sus manos toquen tu cuerpo, olvides que estabas cansado y enfermo.
¡Peregrino solitario y enfermo, que caminas cansado y fatigado de tu largo andar! No te entretengas en el sendero pensando lo que un día perdiste ni te lamentes porque el sol no besa tu mejilla. La luna y las estrellas sí besan tu rostro lloroso y tu cuerpo cansado y perdido. Aunque sea de noche, levanta tus ojos a esas estrellas, y, al oído, dile a la luna: “Condúceme a la Casita de mi Padre. Veo dos platos en la mesa y una cama de paja para mí, y al Padre que está buscando en su libro preferido una historia para contármela en la cama después de haber cenado juntos”.
Peregrino solitario y vagabundo, olvídate de ti mismo y olvida tu miseria repugnante. Mira que El te está esperando. Emprende de nuevo la marcha, que seguro lo encontrarás allá donde tú menos lo esperes. Anda, y no te quedes ahí parado sin saber qué hacer ni a dónde ir. Camina, peregrino, camina. No te canses, no, de caminar. Mira que el final de tu camino está próximo. Mira que te está esperando El. Mira que el invierno está pasando. Mira que te busca El. Mira que ya tu casa quedó lejos. Mira que se acerca El. Mira que te está mirando. Mira que te quiere El. Mira que te está buscando. Mira que te quiere junto a El.