05/17/2008

Sembrando el camino árido del corazón de un nuevo verdor.


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No hay razones para seguir ocultando la tristeza. Las represas de los ojos han cedido a la presión de los manantiales salados. El corazón se ha rendido, ha decidido no seguir luchando. Solo hay pesar, desengaño, desilusión y amargura en cada pulsación.
El veneno de la indiferencia sustituye la alegría en el correr de las venas, mientras el espíritu se marchita de añoranza por una juventud y una inocencia perdidas. Los compases del tiempo recuerdan a diario el fracaso. Me desespero en soledad, aunque este acompañado.
Los gritos silenciosos de un alma atormentada se dejan oír en la distancia. El aullido de dolor, resquebraja la armadura y sale a la superficie para confundirse ante la indiferencia del mundo, cae arrodillado en el pavimento, y nadie osa detenerse.

Cada quien batalla sus propias guerras, por que interesarse por los otros. Que error tan craso, haber amado tanto, ¿para que?, si al final el dolor sigue siendo el mismo, la desesperanza le gana la batalla a la esperanza, y vuelve el pesar a ocupar el trono de mi existencia….más, que extraño, una parte de mi se niega a morir y aun se aferra con desesperación a la vida, como el árbol que hace frente a la furia del viento y al temporal, se levanta un brote, menudo, delicado, sencillo en su esplendor, que con paciencia espera ansioso el primer rayo de luz, de amor y ternura. Para renacer, crecer y hacerse fuerte.



Sembrando el camino árido del corazón de un nuevo verdor.




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Cada tropiezo que has tenido en tu caminar
No debe detener tu avanzada,
tú puedes llegar,
Se que es difícil entre abrojos y espinas seguir
haber confiado en los amigos
los que se fueron sin motivo
No importa cuántas veces hayas caído
Quien restaura la vida es Cristo
No dejes que te agobie el dolor
Descansa, en sus manos ha tomado tus cargas
Jesucristo peleará tu batalla
Cambiará tu lamento en canción
No tengas miedo, las tinieblas no te cubrirán
los que maquinan contra tu vida
se entorpecerán sigue adelante,
caminando con segurirdad
todas las cosas son posibles
a los que estamos en sus manos